Un tazón de chocolate caliente

Me gusta el chocolate a la taza, en tableta, con churros, con pan tostado, con bollo suizo, con curasán, por la mañana, por la tarde y por la noche.
Alrededor de una tazón de chocolate caliente las historias y los relatos toman forma, color, olor, sabor, y los cuentos resultan extraños a veces, otras cercanos.
El aroma del chocolate envuelve el ambiente y lo convierte en espectáculo y cuando suena el tercer aviso se levanta el telón y comienza la función.

viernes, 3 de agosto de 2012

¿Dónde están mis sueños?


La madre ahoga sus penas,
 el hijo se marcha despacio, 
el tiempo arrulla los ecos. 

El pasado que vuelve, 
la ventana siempre abierta, 
el frío que cala hasta los huesos, 
el calor que nunca llega,


Cómo empezar lo que nunca empecé 
cómo seguir lo que nunca comencé.

Empezar, seguir, avanzar, 
correr, saltar, volar, caer, levantar, 
arrollar, atrapar, mantener, coger, 
trepar, añadir, recoger,
son palabras que saltan de párrafo en párrafo, 
palabras que tienen movimiento, 
que evaden, 
que estriñen, 
que jalean, 
que apadrinan, 
que voltean, 
sonando como trompetas hacen estallar los oídos, 
rompiendo la mirada para acabar con la pena.

Quisiera surcar los mares, 
ir detrás de esa línea que cruza el firmamento, 
dejarme atrapar por las nubes, 
volar por el cielo con las gaviotas, 
nadar por el fondo del mar, 
viajar con una cometa, llegar hasta el sol, 
llegar hasta Dios.

Quisiera hacer realidad unos sueños que no tengo, 
que nunca tuve, 
que nunca tendré, entonces 
¿por qué sueño? 
¿Dónde están mis sueños?
 ¿quién me los ha robado? 
¿a dónde han ido a parar?

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